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Has empezado la universidad: ¡libertad! Se acabaron los padres regañones, las batallas con tu hermano por la PS4 y tu molesta hermana pequeña comiéndose todas las galletas. Pero poco sabes de la nueva familia, aún más loca, con la que estás a punto de mudarte.

Acostumbrarse a vivir con tus compañeros de piso puede ser un reto, sobre todo si estás en tu primer año y no has conocido antes a las personas con las que compartes piso. Sin embargo, con un poco de compromiso y comprensión, te lo pasarás como nunca.

Nuestra guía te guiará a través de los distintos tipos de compañeros de piso que es probable que conozcas, y te explicará la mejor manera de llevarte bien con ellos. Recuerda que tú también serás uno de estos tipos: ¿puedes averiguar cuál?

El desordenado

Seamos sinceros, la mayoría estamos de acuerdo en que la vida es algo más que limpiar, pero este compañero de piso lleva la suciedad al siguiente nivel. Su habitación está inundada de un mar de cajas de comida para llevar y ropa sucia, cosa que puedes soportar... hasta que el olor empieza a extenderse.

Su colada empezará a amontonarse en la cocina hasta que no sólo haya usado toda su vajilla, sino también la de todos los demás, y para entonces el fregadero habrá desarrollado su propio ecosistema único y se habrá convertido en una amenaza para la humanidad.

La solución

Atrápalo pronto, antes de que se produzca un estancamiento resentido. Explícales amablemente que su desorden afecta a los demás y ofrécete a ayudar a solucionarlo. Si eres de los que organizan, puedes sugerir un turno de limpieza para asegurarte de que todo el mundo hace lo que le corresponde. En ningún caso les compres platos de papel. No acabará bien.

El fiestero

Este compañero de casa puede ser muy divertido, sólo que no sabe cuándo parar. ¿El teléfono sonando a las cinco y media de la mañana? Será un fiestero pidiéndote que le dejes entrar y le pagues el taxi. ¿Ruidos extraños de aullidos procedentes del salón? Party Animal y sus colegas están otra vez en la máquina de karaoke. ¿Figura extrañamente vestida durmiendo en el pasillo? Exacto, es Party Animal.

La solución

Podrías vengarte levantándote temprano y cantando en la ducha mientras te preparas para una mañana de actividades sanas, pero hablar con ellos será más eficaz.

Explícales que tienes que levantarte para ir a clase, que tienes que estudiar para un examen o que tienes que mantener un trabajo los sábados; lo más probable es que no hayan pensado en este tipo de cosas. El compromiso es la clave, así que acuerda no hacer ruido entre semana a cambio de aguantarlo el fin de semana.

El enamorado

¿Compra un compañero de piso y llévate otro gratis? El Enamorado está quirúrgicamente unido a su otra mitad, y no tendrá reparos en acurrucarse en tu sofá y apoderarse de tu cocina en las noches románticas. Peor aún, ese novio o novia no contribuye al alquiler y probablemente se coma todas las patatas fritas comunes. Y que Dios os ayude si rompen.

La solución

Una vez más, hablar es la mejor forma de afrontarlo. Pide hablar con ellos sin su novio o novia, y explícales tranquilamente cómo te sientes. Sé positiva sobre lo mucho que te gusta pasar tiempo con ellos, y sugiere una noche sólo para compañeros de piso una vez a la semana.

El fanático del control

¿Pensabas que tus padres eran exigentes? Aún no has visto nada. Esta compañera de piso tiene unas normas muy exigentes, y está decidida a imponérselas también a los demás. Ya tendrá hojas de cálculo detalladas sobre tu uso de la ducha, responsabilidades de limpieza y consumo semanal de mantequilla, y no tendrá miedo de arengarte si cree que te pasas de la raya.

También será el que deje esas molestas notas pasivo-agresivas por todas partes, informándote de en qué estantería va el queso y de la temperatura exacta a la que debe estar la calefacción central. Al más puro estilo pasivo-agresivo, estas contundentes notas irán firmadas con un alegre "Gracias" y una exasperante carita sonriente.

La solución

Entiende que el Control Freak tiene buenas intenciones e intenta de verdad que el piso sea un lugar del que todos puedan disfrutar. El régimen de fregar los platos es simplemente su forma de afrontar el hecho de estar fuera de casa por primera vez. Si montas en cólera, le dolerá que no aprecies sus esfuerzos.

Reúne a todos tus compañeros de piso y elaborad una serie de normas de la casa con las que todos estéis de acuerdo. El orden tranquilizará a Control Freak, al tiempo que permitirá al resto vetar algunas de sus exigencias más alocadas.

El Prestatario

Todo el mundo toma prestada una bolsita de té o una rebanada de pan de vez en cuando, y eso no debería ser un problema. El Prestatario, sin embargo, parece vivir enteramente de lo que ha rebuscado en los armarios de los demás. Esto es especialmente molesto cuando las sobras de pizza que esperabas con ansia todo el día se han acabado, o alguien se ha bebido las cervezas que estabas guardando.

Una variante interesante de La Prestataria es la sustituta. Se comerá todas tus galletas de chocolate y tu queso cheddar curado, y los sustituirá por los tés más baratos y el queso gomoso y sin descripción. Ni siquiera puedes enfadarte con ella sin parecer muy snob y malcriada.

La solución

Compartir puede evitar todo tipo de discusiones sobre la comida. Compartid lo básico, como el pan, la pasta, el té y la leche, para que nadie se quede sin nada y todo el mundo esté menos susceptible. Y si eres muy protector con tu chocolate artesano de leche de cabra hecho a mano, o con esa botella especial de ron que compraste en vacaciones, guárdala en tu habitación.

El Misterioso

La viste un par de veces durante la primera semana, y estás bastante seguro de que se llama Sarah, pero aparte de eso es un misterio. Tiene un gran horario de clases y se va a casa los fines de semana, así que cuando la ves de vez en cuando en la cocina es bastante incómodo.

La solución

n muchos sentidos, el Misterioso no representa un gran problema: es limpio, tranquilo y no está lo bastante cerca como para revelar hábitos molestos. Podría estar ejerciendo de monje de por vida, pero lo más probable es que sólo sea tímido, y como buen compañero de piso es tu deber hacerle sentir incluido. Organiza una noche de piso, o simplemente llama a su puerta e invítale a ver una película.

Aunque no tengáis mucho en común, romper el hielo hará de tu piso un lugar mucho más feliz y relajado. Suéltalo un poco y puede que incluso descubras un amigo para toda la vida.

El Dramático

La vida de El Dramático nunca es aburrida. Un día se está tatuando el nombre de su novia de dos semanas en el culo, y al siguiente está sollozando en el sofá porque han roto. Ver deporte con él es una montaña rusa emocional a la que sólo sobreviven los más duros, y ni se te ocurra jugar a juegos de mesa con él.

Déjate llevar demasiado por el drama y se apoderará de tu vida. Antes de que te des cuenta, estarás recibiendo llamadas llorosas en mitad de las clases y perdiendo horas de tu vida escuchando recuerdos entrañables de su pez dorado recién fallecido. También te costará una fortuna en pañuelos de papel.

La solución

Obviamente, tienes que estar ahí para tus compañeros de piso en los momentos difíciles, pero no dejes que se te vaya de las manos. Utiliza el humor para suavizar las situaciones potencialmente dramáticas, y si realmente están haciendo el tonto, ¡díselo! En lugar de dejar que se alteren, reconoce que están enfadados y sugiéreles que vayan a ver una película o a tomar un café para animarse.

¡Disfrútalo!

Puede que tú y tus compañeros de piso tengáis vuestras diferencias, pero con una buena comunicación y un poco de comprensión acabaréis haciendo grandes amigos y desarrollaréis unas valiosas habilidades interpersonales. Sigue leyendo nuestro blog para obtener más consejos sobre la vida estudiantil, y comprueba las distintas opciones de compartir disponibles en nuestro alojamiento.