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6 maneras de recortar rápidamente tus gastos

Probablemente estés descubriendo que el estilo de vida estudiantil no es fácil para tu cuenta bancaria. , recibes una gran cantidad cada pocos meses, pero con ella tienes que pagar el alojamiento, la comida y, por supuesto, las importantes salidas nocturnas. La mayoría de los estudiantes tienen que hacer algún trabajo a tiempo parcial para poder seguir socializando, pero en eso consiste la vida universitaria, ¿no?

Afortunadamente, hay algunos cambios sencillos que puedes hacer para asegurarte de que el dinero que tanto te cuesta ganar lo gastas en las cosas que te gustan, en lugar de gastarlo únicamente en las cosas que necesitas.


1. Cancela esa suscripción al gimnasio

 Puede que no lo parezca cuando pagas mensualmente, pero las cuotas del gimnasio pueden ser caras, aunque sólo sea un contrato de estudiante de 15 libras al mes: son 180 libras al año que podrías gastar en otras cosas.

Esto puede parecer que va a romper tu propósito de año nuevo de ponerte en forma, pero no es necesariamente así. Si alguna vez has visto el montaje de entrenamiento de Rocky IV, sabrás que no necesitas equipos de alta tecnología para ponerte en forma. Puede que no tengas una montaña nevada que escalar, pero tendrás acceso a uno de estos gimnasios gratuitos al aire libre en tu parque local, lo que significa que puedes mantener tu propósito sin los costes.


2. Deja de comprarte la comida cada día

El meal deal es la piedra angular de la dieta estudiantil: 3 £ por un bocadillo, una bebida y un tentempié, casi parece demasiado bueno para ser verdad. Pero si compras uno de estos cinco días a la semana, te darás cuenta de que estás gastando unos 60 £ al mes sólo en la comida. No te aconsejamos que te saltes la comida por completo (no sería muy saludable), pero puedes ahorrar bastante preparando tus comidas en casa.

Si te diriges a uno de los supermercados más baratos, verás que puedes comprar los ingredientes para preparar un curry o una sopa que te duren toda la semana por aproximadamente el mismo precio que una comida: disfrútalo.


3. Empieza a comprar alimentos de larga conservación

 Si siempre acabas tirando la comida que no has tenido ocasión de comer, elegir cuidadosamente lo que compras en la compra semanal podría ahorrarte bastante dinero. Si cambias los productos perecederos por otros más duraderos, como el arroz blanco y las judías, no desperdiciarás tanta comida y, por tanto, gastarás menos en total.


4. ¿Transporte o no transporte?

Ir de un sitio a otro puede suponer mucho dinero, sobre todo si vives en una zona remota y tienes que conducir o utilizar taxis (que es una razón estupenda para elegir un alojamiento céntrico). Una forma de evitar estos gastos es cambiar el coche por el transporte público. Verás que coger el autobús o el tren para ir a la uni es una fracción del precio de utilizar un vehículo. Si eres un viajero avispado, puedes comprar abonos mensuales para el transporte público, lo que te ahorrará aún más a largo plazo.

Si no te convence el transporte público, puedes ir a la universidad en bicicleta o corriendo. De este modo te ahorrarás los gastos de transporte, te mantendrás en forma físicamente y tendrás la ventaja añadida de aumentar tu capacidad intelectual.


5. Aprende a regatear

 Regatear es un arte en extinción, pero con un poco de práctica, puedes acabar ahorrándote un dinerillo. Generalmente, cuando nos dan un precio por algo, lo aceptamos sin más, pero es posible rebajar el precio de las cosas cotidianas, incluida la factura del teléfono.

El truco está en encontrar una oferta mejor del principal competidor de tu proveedor de telefonía, y utilizarla como palanca para reducir tus costes mensuales; y si no aceptan, siempre puedes cambiarte al competidor, con lo que ahorrarás dinero.


6. Deja la tarjeta bancaria en casa

Esta es una obviedad, pero si te resulta difícil evitar gastar dinero, deberías dejar la tarjeta bancaria en casa. Sacar sólo lo que necesitas te hará ser más disciplinado con la pequeña cantidad que tienes, para que no empieces a gastar innecesariamente.

Éste es un consejo especialmente útil para tu próxima salida nocturna, ya que no siempre es fácil ceñirse a tu presupuesto cuando puedes comprar bebidas con la tarjeta tan fácilmente. Probablemente, si lo haces varias veces, te darás cuenta de lo fácil que es ahorrar, y cuando vuelvas a sacar la tarjeta tendrás más autocontrol.


Los cambios rápidos pueden suponer grandes ahorros

Hacer pequeños cambios puede reducir los costes de las cosas cotidianas: puede que no parezca mucho, pero cuando los sumes todos, verás que el ahorro puede ser enorme. Para más consejos sobre cómo sobrevivir a la vida universitaria, echa un vistazo a nuestro blog.