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A medida que se acerca la temporada de exámenes, es importante mantener la calma y la concentración para obtener los resultados que necesitas.

A veces, tomarte uno o dos minutos para respirar y reagrupar tus pensamientos puede ayudarte mucho a calmar los nervios y volver a centrar tu mente.

Prueba esta sencilla técnica de respiración en 4 pasos para reducir el estrés de los exámenes:

Además de las técnicas de respiración, hay cosas fáciles que puedes hacer desde la comodidad de tu habitación para prepararte para los exámenes.

Hemos reunido nuestros cinco favoritos, desde la revisión hasta el gran día:


1. Ponte a prueba visualmente

Ve a la tienda y cómprate un paquete de notas adhesivas grandes. En el anverso, escríbete preguntas que sean clave para tus exámenes: pueden ser fórmulas matemáticas, nombres de teóricos o terminología de marketing.

En el reverso, escribe la respuesta a cada pregunta y pega las notas en la pared.

Cada mañana, lee las notas y ponte a prueba con las respuestas antes de darles la vuelta para ver si has acertado.

Intenta agrupar las preguntas o temas por notas de colores para que, cuando llegue el momento del examen, puedas asociar la respuesta con el amarillo/rosa/azul, etc. y sepas en qué área tienes que estar pensando.


2. Utilizar exámenes anteriores

Además de consultar los libros, los apuntes y las respuestas coloreadas en tu pared, pide a tu tutor los exámenes anteriores.

Lo primero que debes hacer es buscar las preguntas tipo test. Aquí es donde debes aplicar tu método de las notas adhesivas de colores para analizar qué pregunta se adapta mejor a las respuestas que conoces.

Una vez que hayas seleccionado tu pregunta, divídela en secciones para identificar lo que realmente te está preguntando, y luego empieza a construir tu respuesta.

Deja para el final las preguntas obligatorias del papel, ya que tendrás que responderlas de cualquier manera.

Cuantos más exámenes anteriores puedas hacer y cuantos más comentarios recibas de tu tutor sobre las respuestas, mejor. Los estudios han demostrado que los exámenes anteriores son una de las mejores formas de repasar.


3. Duerme bien

Esto puede parecer algo que no es tan importante y puede que te consideres un búho nocturno que se queda despierto hasta tarde repasando hasta altas horas de la madrugada. Sin embargo, el NHS recomienda que los adultos duerman entre 6 y 9 horas cada noche.

Esto garantiza que tu cerebro funcione correctamente y que tu cuerpo esté totalmente descansado. Si no duermes lo suficiente, tus niveles de concentración pueden bajar, tu visión puede ser borrosa y no estarás a tope para hacer el examen.

Así que, en las semanas previas a tu examen, establece una rutina de sueño. Asegúrate de no estar frente a una pantalla al menos una hora antes de acostarte, es decir, nada de portátiles, teléfonos, TV o tabletas. En su lugar, lee tus apuntes y deja que tu cuerpo se relaje.

Ponte el despertador para levantarte a la misma hora todos los días e intenta desayunar en los primeros 30 minutos después de despertarte para poner en marcha tu energía para el día.


4. Bebe mucha agua

Nuestro cuerpo está compuesto por un 60% de agua y nuestro cerebro, en particular, por un 75%. Por eso, para que funcione a pleno rendimiento, es vital que bebas mucha agua, sobre todo cuando vayas a examinarte.

Se recomienda que los adultos beban 2 litros de agua al día o 3,5 vasos de medio litro para evitar la deshidratación. Cuando nuestro cuerpo recibe los nutrientes y la hidratación que necesita, nuestro estado de ánimo mejora junto con nuestros niveles de concentración, conciencia, capacidades cognitivas y habilidades motoras. 

Evita beber alcohol y bebidas energéticas antes del examen y el mismo día. El alcohol puede deshidratarte y afectar a tu patrón de sueño, y las bebidas energéticas pueden provocar un bajón de azúcar.


5. Sigue una dieta variada

Come para sacar buenas notas fijándote en lo que comes. Elimina los alimentos con alto contenido en azúcar, como los dulces y el chocolate, cuando repases, ya que provocan un breve estallido de energía seguido de un gran bajón. En su lugar, come alimentos ricos en proteínas, como frutos secos, huevos, fruta deshidratada y copos de avena, ya que ayudan a estar alerta y aumentan la energía.

Como siempre dice mamá: come verduras. Verduras como las espinacas, la col rizada y el brócoli están repletas de vitamina K, que ayuda a construir vías en el cerebro y mejora la memoria y el estado de alerta.

Asegúrate de desayunar bien el día del examen para tener energía y que tu cuerpo esté contento, dando a tu mente el tiempo que necesita para concentrarse.

¡Buena suerte a todos los que se examinen este mes!


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