¿La Universidad no es lo que esperabas? No te preocupes, lee esto

¿Te sientes abatido por la realidad de la vida universitaria? No eres el único. Para ayudarte a desterrar la tristeza postnavideña de enero, hemos elaborado una lista de problemas comunes a los que podrías enfrentarte, así como algunos consejos prácticos para ayudarte a superarlos.

Bajo presión

A veces, la universidad puede parecer un delicado juego de equilibrios que nunca acabas de dominar. Con plazos que cumplir, amistades que hacer y *tantas* clases a las que asistir de madrugada (¿por qué tantas?), es demasiado fácil que una enorme nube de agobio te derribe.

Empezar la universidad puede ser una experiencia estresante, independientemente de tu edad o del curso que estés cursando. Si la presión te está afectando, no tengas miedo de dar un paso atrás y pedir ayuda. Tus profesores, junto con el equipo de Servicios al Estudiante de tu universidad, podrán ayudarte a encontrar formas de equilibrar tu carga de trabajo y aliviar la presión si las cosas te superan un poco.

También hay muchos recursos fantásticos disponibles en Internet. Student Minds, la organización benéfica para la salud mental de los estudiantes de Reino Unido, ofrece montones de consejos y recursos estupendos para ayudar a los estudiantes a empoderarse a sí mismos y a los demás para superar los retos de la vida estudiantil. También estamos orgullosos de colaborar estrechamente con Mind, la organización benéfica de salud mental que cree que nadie debería tener que enfrentarse solo a un problema de salud mental, para ayudar a proporcionar información y apoyo a los estudiantes cuando más lo necesitan.

El hogar está donde está tu corazón

Uno de los problemas más comunes a los que te puedes enfrentar como estudiante es la morriña. Y reconozcámoslo, sentir nostalgia es un asco. Tanto si estás a 8 km de casa como a 8.000 km, una cosa es cierta: no estás EN CASA. Pero hay formas de superarlo.

Cuando se trata de echar de menos el hogar, las primeras semanas y meses en la universidad son los más duros, pero las cosas mejoran, te lo prometemos. Cuando empieces a hacer amigos y a conocer tu entorno, descubrirás que tu corazón echa menos de menos las comodidades del hogar.

Hasta entonces, aprovecha al máximo el Wi-Fi gratuito de tu universidad y programa videoconferencias y llamadas periódicas con tus seres queridos en casa. Puede que no puedas estar allí en persona, pero a veces el simple hecho de ver la cara amable de tu mejor amigo puede ser todo el estímulo que necesitas para mantenerte positivo y motivado.

Sentimiento de aislamiento

A pesar de lo que sugieren las películas de Hollywood y los brillantes folletos de los cursos, nadie entra en un campus universitario y hace un grupo sólido de amigos al instante. Hace falta tiempo. Por eso, los sentimientos de aislamiento y soledad entre los estudiantes son frecuentes, sobre todo durante los primeros meses.

Hay muchas razones por las que te puede costar relacionarte y hacer amigos en la universidad. Quizá tus compañeros de piso tengan intereses diferentes o no te sientas cómodo en situaciones sociales. Sea cual sea el motivo, si te resulta difícil hacer amigos, podemos prometerte lo siguiente: no eres el único.

Acaba con la soledad y el aislamiento empujándote a explorar más allá de tu zona de confort. Hazte con una lista de los clubes, equipos deportivos y sociedades de tu universidad a los que te interese unirte y desafíate a asistir a una reunión. Si tienes problemas de ansiedad social, unirte al grupo por Internet e interactuar primero a través de las redes sociales puede ser una forma estupenda de conocer a las personas implicadas y aliviar la ansiedad que supone conocer gente por primera vez.

No lo olvides: Nuestras increíbles salas comunes son lugares estupendos para relajarte y conocer a tus vecinos.

Preocupaciones económicas

Muchos estudiantes se encuentran con dificultades para cubrir todos sus gastos y tienen que buscar trabajos a tiempo parcial para llegar a fin de mes. Por desgracia, encontrar un trabajo que se adapte bien a tu horario de clases no siempre es fácil y puede ser como buscar una aguja en un pajar.

Por suerte, muchas universidades son comprensivas con este problema y la mayoría ofrece una serie de puestos de trabajo para estudiantes en el campus. Desde apilar estanterías en la biblioteca hasta trabajar en el bar de la asociación de estudiantes, es probable que encuentres una amplia gama de trabajos disponibles. Visita tu centro de estudiantes para averiguar qué tipo de vacantes pueden ser adecuadas para ti.

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No puedes dormir

Ahhhh. El sueño. Esa criatura mítica que desaparece sin dejar rastro cuando más lo necesitas.

No es de extrañar que los estudiantes universitarios estén constantemente agotados. A menudo, los horarios de clase están desordenados. Algunos días las clases empiezan a las 8 de la mañana, y otros no tienes que ir hasta las 4 de la tarde. Los horarios irregulares (así como las noches de fiesta en el Sindicato de Estudiantes) conducen a patrones de sueño irregulares. ¿Cuál es el resultado? Tu reloj corporal se descontrola y acabas trabajando toda la noche y durmiendo todo el día.

Si esta rutina te resulta familiar, avergüénzate; es broma, sentimos tu dolor. Puede ser difícil adoptar una rutina de sueño regular, pero merece la pena. Dormir mal puede provocar todo tipo de efectos secundarios no deseados, como ansiedad, depresión y psicosis.

No es divertido.

¿Cómo va tu primer año de universidad?

¿Te sientes identificado con alguno de los problemas anteriores? Independientemente de los problemas por los que estés pasando, debes saber siempre que dispones de mucho apoyo.

Nos encantaría que nos contaras cómo te va en la vida universitaria. Cuéntanoslo en Facebook o envíanos un tweet @comelivewithus. No olvides que nuestros amables equipos están siempre disponibles para charlar si nos necesitas. No te mordemos, ¡ven a saludarnos!