Llegan las mañanas heladas, que hacen aún más difícil salir de la cama por la mañana. Y mientras nos emocionamos con las bufandas y cruzamos los dedos para que llegue pronto un día de nieve, hay algo que todo el mundo teme del invierno: la posibilidad real de resfriarse. Los mocos rojos, la tos contagiosa y el escandaloso coste del Lemsip son verdaderas luchas invernales.

Con menos horas de sol y noches más frías, es inevitable que te pille un resfriado, ya sea de los que te dan escalofríos o de los que te hacen moquear en clase. En The Student Housing Company hacemos todo lo posible para mantener a raya esa sensación de resfriado. Esto es lo que nos ha funcionado hasta ahora:

¡No mola tener frío!

Sí, nos parecemos a tu madre cuando te negabas a llevar el abrigo al colegio en invierno, pero a veces mamá sabe más que nadie.

Abrigarse es superimportante si quieres prevenir los ataques a tu sistema inmunitario. Por fin tienes una excusa para completar tu colección de jerséis de invierno. Amontona bufandas y calcetines de lana, y no salgas a la calle sin tu gorro: el pelo de gorro está muy de moda ahora.

¿Por qué no te quedas en casa este sábado por la noche en lugar de estar media hora en la cola de la asociación de estudiantes y volver a casa sin zapatos? Organiza una noche de cine con muchos edredones y acurrúcate con tus seres más queridos. Preparad juntos una comida caliente, regadla con vino caliente y daos un atracón de películas festivas.

Frikis de la limpieza: Hazte cargo

Si eres un poco maniático de la limpieza, ya tienes esto cubierto. Sin embargo, si sueles ser un poco descuidado con los gérmenes, ahora es el momento de ponerte las pilas y seguir los pasos de tu limpiador obsesivo-compulsivo favorito.

Cuando todo el mundo a tu alrededor está resfriado, es difícil evitar por completo los gérmenes, pero puedes evitar propagar el bicho siendo muy consciente de la limpieza. Invierte en un desinfectante de manos y acuérdate de usarlo después de viajar en transporte público o de trabajar con los ordenadores de la universidad, y asegúrate de fregarte antes de cocinar o comer.

Llénate de bondad

Es muy importante comer sano todo el año, pero sobre todo en invierno es esencial que refuerces tu sistema inmunitario con muchas vitaminas, minerales e hidratación.

En tu próxima compra en el supermercado, echa un vistazo a la oferta de fruta y verdura: las verduras de temporada son superbaratas y resultan estupendas para preparar sustanciosos guisos y sopas calientes. Te quitarán el frío y te aportarán los nutrientes que te puedan faltar, lo que te ayudará a mantenerte en forma cuando la gripe llame a tu puerta.

Aunque puede que no asocies la deshidratación con el invierno, es tan vital beber mucha agua en invierno como en verano. Pasar más tiempo dentro de casa significa menos aire fresco y sol para mantener la piel fresca, así que mantenerte hidratado no sólo te ayudará a sentirte bien, sino que también tendrás el mejor aspecto posible.

No contraigas el S.A.D.

¿Tienes tendencia a sentirte un poco deprimido cuando los días se acortan? Es natural. El invierno no sólo ataca a nuestro sistema inmunitario, sino que también puede causar estragos en nuestra salud mental. El Trastorno Afectivo Estacional es un tipo de depresión estacional que se manifiesta sobre todo en los fríos y oscuros meses de invierno.

Con menos oportunidades de absorber la luz del sol, tu cuerpo produce menos serotonina, lo que puede afectar a tu estado de ánimo, apetito y patrón de sueño. Esto repercute en tu ritmo circadiano -tal vez lo conozcas como tu reloj corporal- haciéndote creer que necesitas dormir más de lo habitual, imitando las horas de luz diurna.

Para mantener fuerte tu salud mental, asegúrate de que tienes muchas horas de luz. Esto puede ser difícil si estás en la universidad todo el día, pero abrígate bien y haz un picnic de invierno a la hora de comer, o ponte activo y sal a correr: sabemos que hace mucho frío, pero mantenerse activo es una forma muy eficaz de mejorar tu estado de ánimo.

¡Es la época más maravillosa del año! 

Los resfriados invernales son inevitables, pero nuestros consejos te ayudarán a mantenerte en forma durante los meses más fríos. Adelante: haz un muñeco de nieve y lanza bolas de nieve a los canallas, pero asegúrate de que hay una chocolatera para cuando entres en casa, y mantén el pijama sobre el radiador para estar lo más cómodo posible.