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Seguimos el ritual de hacer propósitos de Año Nuevo año tras año, prometiéndonos mejorar a partir de enero. El "Año nuevo, yo nuevo" llena los titulares de prensa y el aire helado se llena de murmullos sobre el Enero Seco, los retos de 30 días para ponerse en forma y las formas inteligentes de ahorrar dinero.

Los mejores propósitos se convierten en hábitos, así que en lugar de una abstinencia efímera de sambuca o de un par de zapatillas nuevas apenas usadas, intenta cumplir uno (o todos) de estos propósitos este año:

Deja de posponer las cosas

Ante todo, decídete a dejar de procrastinar. Sabemos que es difícil, sobre todo teniendo en cuenta que Internet es una fuente inagotable de cuestionarios (¿te has preguntado alguna vez qué tipo de cactus eres según tus preferencias de chocolate?) y memes de gatos, pero te sorprenderá todo lo que puedes hacer en un día si consigues dejar de hacerlo.

La forma más fácil de dejar de procrastinar es eliminar la tentación. Desconéctate de las redes sociales, deja el teléfono en otro sitio y comprométete a concentrarte durante un periodo de tiempo determinado. Si realmente te falta fuerza de voluntad, descárgate un complemento para tu navegador, como StayFocusd, para bloquear los sitios web que más te distraen.

Organízate

Nos gusta fingir que la vida estudiantil consiste en atracones de Netflix y desayunos a mediodía. Aunque son cosas por las que estar verdaderamente agradecido, hay mucho más que eso. Como estudiante, se espera de ti que saques buenas notas, disfrutes de una ajetreada vida social y participes en una buena dosis de actividades extraescolares. Desde entregar los trabajos a tiempo hasta acordarte del cumpleaños de tu mejor amigo, puedes hacer tu vida infinitamente más fácil si te organizas bien.

Mantenerse al día con una agenda apretada puede ser difícil de dominar, y a cada persona le funcionan técnicas diferentes. El truco está en apuntarlo todo. Puede ser en un calendario, en una agenda o tecleado en las Notas de tu iPhone, pero la clave es empezar un sistema que puedas seguir y cumplir.

Si eres una amante de Instagram o Pinterest, puedes alimentar tu pasión por las cosas bonitas con un Bullet Journal, un sistema de organización basado en cuadernos con infinitas posibilidades de personalización. Si te gusta la sencillez, las herramientas de productividad de la vieja escuela, como los post-its, las listas de tareas o las agendas, te ayudarán a tenerlo todo en un mismo sitio.

Cuídate

Desde las aulas hasta las discotecas abarrotadas, los estudiantes pasan mucho tiempo hacinados unos con otros en espacios cerrados. Esto crea un caldo de cultivo de enfermedades que pueden propagarse rápidamente por toda la población universitaria, sobre todo en invierno.

Tras mudarte de casa, ha llegado el momento de asumir la responsabilidad de cuidar de ti mismo. Claro que tu madre te llamará por Skype para preguntarte si comes bien, pero no estará allí para obligarte a comer verduras. Hacer suficiente ejercicio, comer alimentos nutritivos y limitar las Jagerbombs contribuirá en gran medida a mantenerte en forma y sana, lo que significa que tendrás un sistema inmunitario fuerte.

Mantenerte bien físicamente tendrá un enorme efecto en tu salud mental. Hemos descubierto que un 96% de los estudiantes sufren estrés en la universidad. Aunque es natural que te sientas estresado cuando tienes que hacer frente a las presiones de los estudios y mantenerte al día con tus finanzas, es importante que encuentres formas saludables de sobrellevar cómo te sientes. Controlar el estrés te ayudará a mantener fuerte tu resolución mental para que puedas equilibrar adecuadamente la productividad y el disfrute.

Controla tus gastos

Ser inteligente con el dinero hace que la universidad sea una experiencia mucho más agradable. Pasarte las noches fuera preocupándote por si puedes pagar el taxi de vuelta a casa, o intentando convencer a tus padres de que te ayuden con el alquiler del mes que viene, hace que sea bastante difícil disfrutar.

Reduce las compras impulsivas retirando físicamente en efectivo lo que puedas gastarte cada semana. Los pagos sin contacto hacen que sea demasiado fácil despilfarrar un par de libras aquí y allá; si puedes ver el dinero delante de ti, serás mucho más consciente de lo rápido que desaparece. Si elaboras bien tu presupuesto y te ciñes a él, te resultará menos estresante hacer frente a los gastos cotidianos.

A la hora de ahorrar, fíjate objetivos realistas que te motiven. Si estás planeando unas vacaciones o necesitas comprar entradas para un festival, pon una cuenta atrás en tu teléfono para que te recuerde cuánto tiempo te queda hasta que necesites el dinero. No sólo te emocionarás más a medida que se acerque la fecha, sino que también empezarás a sentir la presión de pellizcar los céntimos.

Experimenta algo nuevo

La experiencia es tan importante como lo que aprendes en clase, y la universidad es el momento perfecto para adquirirla. Desde adquirir nuevas habilidades que puedas mostrar en tu CV, hasta crear recuerdos con tus seres más queridos, ser estudiante significa que se espera que experimentes, y nadie te lo echará en cara si no funciona.

Como tu cerebro ya está (¡ojalá!) en marcha para aprender, debería resultarte más fácil adquirir nuevas habilidades. ¿Alguna vez has querido hablar otro idioma? ¿Aprender a programar? Probablemente haya una aplicación, una asociación de estudiantes o un canal de YouTube que te enseñe cómo hacerlo. Intenta que tus compañeros se impliquen para crear una sana competencia que te mantenga motivado.

¿Tienes alguna idea de lo que quieres hacer cuando te gradúes? Habla con tus tutores sobre cómo puedes intentarlo. Muchos centros de trabajo tienen programas de prácticas para que los estudiantes más entusiastas se familiaricen con la vida laboral. Incluso si no tienes ni idea de lo que quieres hacer, probar algunas posibilidades profesionales diferentes podría ayudarte a acotar tu búsqueda.

Saca el máximo partido a 2017

Cumplir los propósitos de Año Nuevo es mucho más difícil que hacerlos. De hecho, casi un tercio de los británicos admite que los rompe antes de que acabe enero. El Año Nuevo es el momento perfecto para empezar de cero, así que olvídate de los gastos frívolos y de los maratones de Snapchat que se interpusieron en tu camino el año pasado, e intenta cumplir un propósito que te ayude a tener un 2017 inmejorable.