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Cómo afrontar la nostalgia

Ir a la universidad ya es una gran aventura, y mudarse al extranjero añade otro elemento de emoción a todo el asunto. Como en toda aventura, habrá algunos retos en el camino, pero eso es lo que mantiene las cosas interesantes. La nostalgia es uno de esos retos, y afrontarla puede ser difícil cuando te encuentras en un país nuevo. Para ayudarte en el camino, aquí tienes nuestros mejores consejos para combatir la morriña cuando estudias en el extranjero.

Participa

Mantenerte ocupado puede marcar la diferencia a la hora de afrontar la morriña, porque es algo que suele aparecer cuando estás aburrido o solo. Para combatirlo, sumérgete en la cultura local y explora la zona para que no tengas tiempo de echar de menos tu hogar.

Participar en distintas actividades también te ayudará a asentarte en tu nuevo hogar; una vez que te sientas cómodo, puede que extrañes menos tu casa. Si sufres a menudo de FOMO, esto será lo ideal para mantenerte ocupado, porque habrá un montón de actividades y eventos en los que participar.

No temas pedir ayuda

La nostalgia es algo que afecta a muchos estudiantes que viven fuera de casa, y si eres un estudiante internacional es aún más probable que la sientas en algún momento. Lo importante es tener en cuenta que es perfectamente natural, y no debes tener miedo de pedir ayuda si está afectando a tu vida.

Las universidades cuentan con fantásticas redes de apoyo a los estudiantes, y podrán ayudarte ofreciéndote la oportunidad de hablar de tus preocupaciones. No es ninguna vergüenza pedir ayuda, así que no sufras en silencio. Con una población diversa de estudiantes internacionales, las universidades alemanas están bien preparadas para ofrecerte ayuda si la necesitas.

Lleva algunas comodidades a casa

No hay nada mejor que tener algunas comodidades caseras para calmar tus preocupaciones, así que no olvides meter en la maleta algunos objetos con valor sentimental, y pídele a tu madre que te escriba las recetas de tus comidas caseras favoritas. Puede que comer tu comida favorita no sea lo mismo si tienes que hacerla tú mismo, pero estará muy cerca.

Si te pone nervioso llevar contigo tu peluche preferido o el jersey que te tejió tu abuela hace años, recuerda que los demás también tendrán sus propias comodidades y, en última instancia, si te hace sentir cómodo, no te avergüences de llevarlo contigo.

No te encierres en tu habitación

A todo el mundo le gusta esconderse en su habitación de vez en cuando, acurrucado con un buen libro o viendo su serie favorita, pero intenta no pasar demasiado tiempo en la comodidad de tu habitación. Puede parecerte tu espacio seguro mientras te acostumbras a un nuevo entorno, pero cuanto más te aísles de todo el mundo, más difícil te resultará asentarte. Si necesitas tiempo para estar solo, deberías intentar salir a pasear y explorar los lugares de interés de la zona, o familiarizarte con la biblioteca del campus.

Pasar tiempo en tu habitación sólo reforzará la soledad que ya puedas sentir, así que no lo conviertas en un hábito.

Siéntete como en casa

Una de las principales razones por las que sientes morriña es probablemente porque has dejado atrás todo aquello con lo que estabas familiarizado: tu habitación, tu ciudad natal y todos tus conocidos. Para hacer frente a la morriña, trabaja para que tu nuevo alojamiento sea también tu hogar, o al menos tu hogar lejos de casa. Decóralo como lo harías con tu habitación en casa, sigue algunos de tus programas favoritos viéndolos por Internet e intenta establecer una rutina.

Sin embargo, hacer tuyo tu lugar no es todo lo que hay que hacer: también debes construirte una pequeña (¡o gran!) red de amigos, del mismo modo que lo harías en tu país. Hacerte amigo de los lugareños y de otros estudiantes internacionales te proporcionará un grupo diverso de amigos que te ayudará a sentirte asentado y te dará la oportunidad de hablar con otras personas que entienden por lo que estás pasando.

Sal de tu zona de confort

Claro que estar cómodo es importante, pero también debes salir de tu zona de confort de vez en cuando. Después de todo, elegiste estudiar en el extranjero por una razón, y probablemente fue por lo diferente que era de lo que conocías en casa. Así que acéptalo y recuerda lo emocionado que te sentiste cuando llegaste.

Al decidir trasladarte al extranjero para estudiar en la universidad, ya has demostrado que no tienes miedo de salir de tu zona de confort, y puede que ahora las cosas te den un poco de miedo, pero estudiar en el extranjero es una aventura, así que aprovéchala al máximo.

Ser estudiante internacional tiene sus altibajos, así que deja que en Uninest nos ocupemos de tu alojamiento, para que puedas centrarte en las cosas importantes, como explorar la ciudad y llegar a tiempo a tus clases. Para aprovechar al máximo tu estancia en Alemania, descárgate las 10 mejores aplicaciones para estudiantes que te harán la vida un poco más fácil.